Hace muchos años que sabemos sobre los innumerables beneficios de este superalimento, ¿pero sabés realmente cómo incorporar las semillas de chía a tu dieta?
Lo primero que tenés que saber es que las semillas de chía no solo reconstituyen, sino que protegen la salud del corazón e incluso resultan útiles en la diabetes, por eso se le debe la denominación de «superalimento».
Las semillas de chía se pueden consumir de muchas maneras, pero si no lo hacés correctamente será un verdadero desperdicio.
A continuación te mostramos cuatro maneras saludables de comer las semillas de chía.
1. Limonada o jugo de chía
Si bien lo más frecuente es mezclarlas con agua , también podés hacerlo con una limonada o jugo, a la que se le añade el gel de chía.
Recordá siempre poner las semillas en remojo, en agua fría, y luego de una hora se formará un gel y las semillas casi desaparecen. Esta capacidad de gelificación las hace muy apropiadas en dietas de reducción de peso, el colesterol o la diabetes.
2. Aceite vegetal
A las semillas de chía también se le puede extraer un aceite virgen que tiene la característica de ser uno de los más ricos en ácidos grasos omega-3 que se conocen.
3. Harina de chía
Moliendo las semillas de chía se extrae su harina (chianpinolli), y ya sea tostada o desgrasada puede sustituir a otras harinas, como la de trigo. Y no solo eso, la harina de chía permite sustituir al huevo en diversas recetas quieras veganizar.
4. Brotes de chía
Los brotes de chía además de ser ricos son muy nutritivos. Para prepararlos coloca las semillas sobre un papel de cocina, distribuidas uniformemente y humedecelas. Aportales luz, pero no de forma directa para evitar que se pierda la humedad. Al cabo de unos tres días empezarás a ver el germinado, los cuales podés agregar crudos en ensaladas, tostadas, etc.