Guías de naturaleza, vecinos y niños y niñas de la Patrulla Ecológica se volvieron a unir para recolectar la basura en la costa y en los bancos de arena formados por el bajo nivel del río.
Con la premisa de limpiar la costa del riacho Goya, por tercera vez en el año un grupo de voluntarios -entre ellos alumnos y alumnas de sexto grado del Instituto San Martín que conforman la llamada Patrulla Ecológica- salieron durante la siesta de ayer para sumarse al desafío de recolectar los residuos que se depositan y contaminan el entorno natural de la ciudad.
“Se trata de la tercera limpieza que se hace en estos días. Encontramos botellas, muchos plásticos, tetrabricks y hasta chatarra. En su mayoría se trata de basura que van dejando los pescadores, pero también se encuentran residuos domiciliarios, depositados por gente que no tiene la conducta del cuidado del ambiente”, apuntó Walter Gómez Arizaga, director de Recursos Naturales de la localidad.
“En años anteriores, veníamos haciendo este tipo de limpieza de las costas durante el mes de septiembre, aunque en 2020 se suspendieron estas actividades por la pandemia”, recordó el funcionario.
Sin embargo, por la bajante extrema de los ríos -que dejaron expuestos a numerosos bancos de arena y también a los residuos que se fueron acumulando en zonas naturales del río a lo largo del año- se reactivaron las campañas.
“Se formó un gran banco de arena, de unos dos kilómetros, y ahora se está aprovechando para alcanzar a ese sector. Lo cierto es que cuesta mucho concientizar si no existe una campaña constante, se sigue acumulando la basura en el río”, explicó Gómez Arizaga. No obstante, el referente del área ambiental del municipio destacó “el compromiso de los chicos de la Patrulla Ecológica”, así como la de los guías de naturaleza de la Dirección de Turismo que “siempre están y son un apoyo constante. Con ese ejemplo, se van sumando más vecinos. Hoy (por ayer) aunque el día estuvo muy ventoso y frío, participaron unos 20 voluntarios”, destacó. En la zona, quienes encararon el desafío de limpiar las costas y playas encontraron “basura que está depositada en el lecho y las islas desde hace tiempo, pero también otra que es muy nueva, que tiene días. La conducta del cuidado del ambiente es algo que cuesta mucho cambiar”, reflexionó.