Considerado un lujoso elixir de belleza desde la Antigüedad, este mítico alimento fruto del polen y del néctar de las flores es un gran aliado de la industria cosméticaConsiderado un lujoso elixir de belleza desde la Antigüedad, este mítico alimento fruto del polen y del néctar de las flores es un gran aliado de la industria cosmética. Cleopatra, por ejemplo, usaba miel por sus múltiples bondades a la hora de nutrir, exfoliar, cicatrizar o prevenir el envejecimiento. Y hoy día, las grandes líneas cosméticas la incorporan en sus fórmulas para crear productos que cuidan la piel, las uñas o el pelo a través de cremas regeneradoras, protectores solares, lociones, shampoos, geles, jabones, cremas o emulsiones. Aquí algunas de sus numerosas propiedades:
• Potente acción limpiadora. Gracias a las enzimas naturales que contiene, es un ingrediente ideal para lavar la piel en profundidad y eliminar toxinas. Como exfoliante natural, además, permite una limpieza profunda que elimina las asperezas, suaviza y revitaliza la dermis a través de componentes como la fructosa, la glucosa y los ácidos alfahidróxidos.
• Hidratación extrema. Esto es gracias al mix de minerales y vitaminas que contiene: fósforo, magnesio, calcio, hierro, sodio, potasio, vitamina C, vitamina B1, vitamina B2 y vitamina B6 se asocian para mantener la piel humectada durante todo el día y conservar su elasticidad natural.
• Efecto antiarrugas. También es una candidata de lujo a la hora de prevenir y suavizar las arrugas debido a su alto contenido de antioxidantes y su gran aporte de vitaminas C, B y A. Eficaz para mantener la piel firme y tersa por más tiempo, su privilegiada composición ayuda, por otro lado, a combatir los radicales libres y a evitar la oxidación del cutis.
• Nutrición y elasticidad. Con una elevada capacidad humectante, la miel proporciona elasticidad a las pieles más secas mientras nutre los tejidos en profundidad y absorbe las secreciones cutáneas.
• Cicatrizante. Otra de sus bondades debido a la concentración de aminoácidos que facilita la regeneración celular y actúa como renovador epitelial. Ayuda, de paso, a restaurar las defensas del cutis y se recomienda en tratamiento para pieles sensibles.
• Tratamiento antiacné. La miel también es efectiva en el tratamiento de pieles acneicas, al reducir las impurezas y mantener las bacterias a raya gracias al potasio de su fórmula.