A veces, un pequeño cambio supone una gran diferencia. Aunque algunos de nuestros gestos cotidianos pueden resultar perjudiciales para el medio ambiente, hay otros que promueven un estilo de vida más sostenible. Muchos son los peligros a los que se enfrenta nuestro planeta, pero también son muchas las soluciones que podemos poner en práctica para combatirlos. Hoy hablaremos de una de ellas; el uso de bolsas reutilizables.
La contaminación por residuos plásticos es responsable de grandes estragos en la naturaleza. Para empezar, la lenta descomposición de este material hace que los productos elaborados con él tarden cientos de años en degradarse. Algo que resulta contradictorio, comparando con el escaso uso que hacemos de algunos de ellos, como las bolsas de plástico.
Los fabricantes de estos objetos cotidianos emplean técnicas para refinar petróleo que liberan grandes cantidades de gases perjudiciales a la atmósfera. Como agentes contaminantes, los plásticos están presentes en lugares de todo el mundo, siendo los ecosistemas acuáticos los más afectados. Miles de toneladas de residuos acaban sus días a la deriva, acumulándose en islas flotantes, y poniendo en peligro a muchas especies. De hecho, según un informede Oceana Europe, España es el país europeo que más plástico vierte a los mares.
Por todas estas razones, si queremos cambiar nuestros hábitos, fomentar la cultura ambiental y contribuir a mejorar el futuro del planeta, sustituir las bolsas de plástico por otras reutilizables es una opción muy a tener en cuenta por todas las ventajas que nos ofrecen.
Cómo contribuyen las bolsas reutilizables a cuidar el Planeta
En primer lugar, hablaremos del beneficio económico. Y es que las bolsas reutilizables pueden encontrarse a la venta en muchos negocios y comercios a un precio asequible para cualquier bolsillo. Además, a largo plazo, resulta más práctico y rentable comprar una sola bolsa reutilizable que varias fabricadas con plástico.
Para la elaboración de estas bolsas se emplean materiales sostenibles. Tejidos 100% ecológicos, reciclados y reciclables que suelen estar elaborados con algodón o friselina. Además, usan pigmentos y pinturas no tóxicas y su producción no genera ningún tipo de residuo.
Su eficiencia está más que justificada. Tienen una vida útil larga al ser resistentes y capaces de aguantar bastante peso. Que se rompan con su uso es más complicado, Y si esto ocurre, pueden repararse con facilidad cosiendo o remendando la tela.
Son tan versátiles que pueden usarse para hacer la compra diaria, guardar la ropa usada, o incluso como contenedor de residuos. Fáciles de guardar, si se doblan ocupan muy poco espacio, por lo que podemos llevarlas encima cómodamente por si surge algún imprevisto.
En resumen, si todos optamos por usar estas bolsas reutilizables estaremos generando menos residuos y reduciremos la contaminación que producen los plásticos. Si nuestros abuelos utilizaban bolsas de tela o de otros materiales para hacer sus recados, ¿por qué no seguir también su ejemplo?
Cualquier aporte, por simple que sea, contribuye a cuidar el medio ambiente.