El resultado adverso terminó por desencadenar un incendio en Boca Unidos. Ayer, en cuestión de horas la dirigencia del club de la Ribera anunció primero el fin del vínculo con el entrenador del equipo que compite en el Torneo Federal A y un rato más tarde la asunción -ya para la jornada de hoy- de una flamante dupla técnica.
Cronológicamente, el foco ígneo en el Aurirrojo se habría desatado en la tarde del último sábado una vez consumada la derrota ante Gimnasia y Tiro de Salta por 3-1, juego enmarcado en la 9ª fecha de la zona B del torneo Federal A. Sin que hayan trascendido los pormenores que derivaron en la desvinculación, Boca Unidos puso fin a la relación con el técnico Alfredo Grelak, se presume que por una cuestión estrictamente futbolística.
En medio de esta caldeada situación, la dirigencia tenía en carpeta otro nombre para liquidar y era justamente el del exentrenador del equipo, devenido a secretario técnico del fútbol del Aurirrojo, Claudio Marini.
Las decisiones, según se oficializaron por las redes sociales del club correntino, fueron atribuidas a la domisión directiva, pero sin ningún tipo de argumentos que den claridad al porqué de las salidas.
Lo cierto es que para los incendios siempre hay bomberos y en este caso los mismos ya estaban dispuestos. Con Grelak fuera, la opción inmediata para la cúpula dirigencial fueron dos ex jugadores recientemente marginados por el club y por el cuerpo técnico que hasta el sábado condujo los hilos de este Boca Unidos.
Leonardo Baroni y Martín Fabro serán quienes ya desde esta jornada tomarán la posta con la misión de encarrilar un equipo que si bien se mantiene en la zona de clasificación, está lejos de tener una identidad y mucho menos un orden futbolístico que dé tranquilidad para lo que viene.
