Un especialista indicó que 7 de cada 10 tuvo algún compromiso del músculo cardíaco. Piden retomar actividades físicas lentamente.
Pacientes recuperados de covid-19 se quejan de palpitaciones, dolor de pecho, disnea, mareos, alteraciones neurocognitivas, hipertensión o fatiga extrema aún tres meses después de haber sido dados de alta de un centro hospitalario.
Incluso, algunos de los que tuvieron síntomas leves y recibieron un resultado de PCR negativo padecen síntomas debilitantes y cambiantes, que algunos especialistas atribuyen al efecto inflamatorio del SARS-CoV-2 y otros, a las consecuencias habituales de una virosis.
Las manifestaciones de este extraño síndrome poscovid, también llamado en inglés long covid, afecta a alrededor del 10% de los pacientes. El covid-19 posagudo, “covid prolongado”, parece ser una enfermedad multisistémica, que a veces ocurre después de una enfermedad aguda relativamente leve.
En relación con el corazón, un estudio alemán demuestra que hasta 7 de cada 10 personas que dieron positivo por covid-19 tuvieron algún compromiso del músculo cardíaco. En este sentido, el director del Centro de Calidad de Vida del Instituto Cardiológico, Alejandro Amarilla, habló con República de Corrientes sobre rehabilitación.
“Para entender esto, tenemos que diferenciar en primer lugar que no todos los covid positivos son iguales. Están los leves, sin síntomas, y los moderados –que si bien no requirieron internación, pudieron tener algún grado de compromiso pulmonar–; los severos que se internaron con neumonía y, finalmente, los graves que estuvieron en terapia intensiva con respirador.
Cada uno de esos estratos clínicos va a condicionar diferente compromiso de órganos y sistemas durante la enfermedad”, explicó.
Hallazgos demuestran que los pacientes aun con una escasez relativa de afecciones cardiovasculares preexistentes y con una recuperación mayoritariamente domiciliaria tenían una afectación inflamatoria cardíaca frecuente, que era similar al subgrupo hospitalizado en cuanto a gravedad y extensión.
Actividad física
Aconsejan a todos los que tuvieron covid-19 retomar lentamente el deporte recreativo, con caminatas o bicicleta, y realizar una consulta cardiológica antes de retomar la actividad física, para evaluar la conveniencia de un electrocardiograma, ecocardiograma, ergometría o resonancia nuclear magnética, dependiendo del grado de enfermedad padecida.
El ejercicio cardiovascular intenso debería ser evitado durante 3 meses en todos los pacientes que desarrollaron una miocarditis o pericarditis. Si hay afectación cardíaca evidente, es recomendable que los atletas descansen de las competencias entre 3 y 6 meses y posterior a eso hacerse controles.
“Identificar el grupo de pacientes que debería realizar una rehabilitación tanto cardíaca como respiratoria es tarea del equipo de cardiólogos del centro de Calidad de Vida. En caso de ser necesario se realiza rehabilitación con aporte de oxígeno durante el ejercicio, esto permite mejorar la condición cardiopulmonar”, detalló el especialista.
Además, remarcó que “cuando mejor condición física presenta la persona, es menor el riesgo de complicaciones de la enfermedad, ya que mediante la misma y una alimentación saludable se controlan la mayoría de los factores de riesgo”.
Casos
“Lamentablemente, lo que vemos a diario en Corrientes son pocos pacientes que se acercan a la consulta porque no se sienten bien luego de la enfermedad y esta es una población sesgada.
Muchos de los que se sienten bien vuelven a hacer una vida normal y reinician su actividad física sin controles, sin percibir que se están exponiendo a un riesgo de arritmias, deterioro cardíaco y hasta la muerte súbita. Por esto, hay que llamar la atención”, dijo y resaltó que “aunque haya habido pocos síntomas, el riesgo está presente”.
“Todos los que tuvieron la enfermedad deben hacer una consulta posterior para prevención y evaluación con su cardiólogo de cabecera”, aconsejó el especialista.
