Después de más de 110 días de aislamiento para precaución, por temor a la enfermedad del Covid 19 un grupo de voluntarios algunos familiares y otros colaboradores han encarado una tarea de acompañamiento a hogares de ancianos y geriátricos.
Estos establecimientos que tienen aportes privados y del estado o sea en la faceta económica están cubiertos, porque hay pacientes derivados por PAMI, IOSCOR y privados en menor cantidad.
Pero el ser humano, no vive solo de pan, como dice el pasaje bíblico sino también se nutre de sentimientos, entre las mayores necesidad encontradas podemos mencionar el afecto familiar que se oculta detrás de cada historia. Un abrazo, un beso, una caricia, un escucha atenta, una mirada, una mano tendida, una golosina, una fruta, una canción, una lectura, una ropa, un perfume, un calzado, un artista que dona su arte, entre otros, son pequeñas semillas para el alma muy bien atesoradas por los adultos mayores.
El grupo de voluntarios tienen formación cristiana en común y cuando se tomo contacto por primera vez en la Residencia del litoral se encontraron con un centenar de adultos mayores con realidades diversas de origen.
Desde el aislamiento obligatorio dispuesto por el gobierno para adultos mayores, se alcanzará el 16 de julio, cuatro meses. Sin visitas, sin servicios religiosos semanales, sin salidas de esparcimiento, entre tantas otras acciones planificadas por el equipo de servicios de la institución y para tratar de paliar esa situación, algunos domingos se realizan almuerzos de compañía donde se les ofrece una comida con el agregado de la presencia externa, presencia a la que se le suma algunos espectáculos a través de videos musicales realizados con la colaboración de por artistas locales.
Como fortaleza de la institución, se puede mencionar a los tres equipos de servicio rotativos que se internan durante 10 días con los pacientes para reducir los riesgos de contagio del virus, se realizaron hasta la fecha varios hisopados a los pacientes y al personal, con resultados negativos que marcan el rumbo favorable de las acciones en la coyuntura de pandemia.
El grupo que colabora además de la presencia, con la oración constante de familiares, amigos y en particular de las hermanas Clarisas de Corrientes que oran en forma permanente por la comunidad de la Residencia del Litoral.
Por este medio se quiere agradecer a las personas y comercios que realizaron su aporte y donativo para que se pueda realizar y continúe realizando esta acción, porque de la pandemia salimos todos juntos.
