Natalia Penitenciaria, en este Viernes, nos acompaña y nos cuenta su experiencia mientras nos deleitamos con un intenso Café, nos acompañas?
Con la voz resquebrajada ni bien empieza a hablar y con los ojos llenos de agradecimiento a Dios nos dice….cuando empezó todo esto nunca imagine tan solo siquiera por un segundo que este virus llegaría a la Argentina menos a Corrientes y ni pensar a mi lugar de trabajo!!!!
Antes que todo este pase no nos dábamos cuenta de todo lo que teníamos (Familia, amigos, matrimonio, hijos, etc.) cuando este enemigo invisible se instaló en nuestra provincia comenzó a crecer un temor muy grande, creando un pánico terrible que no sabíamos hasta donde llegaría.-
En mi trabajo usamos todos los protocolos necesarios pero hasta ahí no teníamos idea que pasaría después.
Cuando descubrimos el primer caso de Covid, “y nos tocó realizarnos el hisopado—– es algo realmente molesto ya que se introduce hasta la parte más profunda de las fosas nasales”——-, además de pánico teníamos sentimientos de angustia y de incertidumbre porque esto no era broma, estaba más cerca que nunca, se estaba transformando en un elemento intangible e incontrolable e irónicamente nos estaba dando las manos para darse a conocer.-
Así casi sin darnos respiro a nada llego ese día tan duro para muchos de mis compañeros, y para mí fue particularmente shokeante, fue el más difícil lo recordaremos siempre a aquel 11 de mayo, triste, porque muchos se desprenderían de sus seres queridos, de las personas que más amas, pero eso implica estar siempre al pie de nuestro deber como funcionarios y cumplir con el aislamiento para proteger a nuestras familias.-
A nivel personal y emocional como consecuencia de esto viví días muy oscuros que parecían interminables, después de varias semanas que mi esposo solo venia por la noche a descansar y al día siguiente se iba temprano, una noche no regreso más, dijeron que se tenía que quedar aislado, fue ahí cuando todo mi mundo se puso patas para arriba.-
Solo le podía llevar dos veces a la semana sus cosas. El estar el uno frente al otro y no poder abrazarlo es un escenario muy desolador.-
Fueron días duros en donde solo podía ver a mi esposo por videollamadas y en cada una de ellas, había lágrimas de por medio.
Para mis hijos esa transición se hizo eterna ya que jamás habían sufrido este tipo de alejamiento de su padre, a cada rato le mandaban mensajes, fotos vídeos todos cargados siempre de muchísima emoción y de positivismo.
Cuando me autorizaron a llevarle sus pertenencias solo eran horas contadas y con todas las medidas sanitarias correspondientes, realmente sentíamos que él era un preso y yo la visita.
Y así fueron transcurriendo los días, la vida, mi vida y la de todos……..
Como en un universo paralelo mientras yo trabajaba antes del aislamiento, en mi casa mis hijos estaban divididos, porque como bien sabrás entre hermanos siempre se pelean, pero mi sufrimiento era por mi hijo más grande ya que estaba transitando por momentos difíciles y estaba tomando malas decisiones, como madre ese dolor iba aumentando sin saber cómo ayudarlo ya que estaba en un estado de completa rebeldía, después del anuncio de la cuarentena que implicaba no salir, al principio costo pero al pasar los días todo se revertió y me demostró que el cambio solo dependería de él y de que algo sirvió estar en casa y que valore la familia que es la que siempre va a estar ahí para apoyarlo, pero solo con la ayuda de Dios se iba solucionando de apoco lo que estábamos pasando.-
El mundo afuera continuaba y el deber laboral había que cumplirlo, todo dependía de nosotros, que se pueda cumplir con las restricciones para que todos combatamos al virus
Dios con su poder día a día nos iba llenando de bendiciones y dando respuestas a cada plegaria que pedíamos
Por eso no hay nada más fundamental que asumamos nuestra responsabilidad social, que aportemos cada uno nuestro granito de arena, porque de nada sirve ser egoístas y mucho menos pensar a mí no me va a pasar..
Lo que importa verdaderamente en la vida no son los objetivos que nos marcamos; SINO LOS CAMINOS QUE SEGUIMOS PARA LOGRARLOS.-
V.G