Emprendimiento regional es furor en lineas aéreas Low cost

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Al alcance de todos, los pasajeros de la low cost Flybondi podrán degustar el novedoso aperitivo durante el trayecto del viaje, por ahora en los vuelos al norte del país.

Todo nació con la búsqueda del misionero Matías Sebely de dar valor agregado a un producto regional con el que los agricultores de la zona no sabían qué hacer y, muchas veces, a falta de demanda, tiraban.

En la planta donde se fabrica el alimento, el equipo de trabajo está conformado solo por cuatro personas: además de Sebeldy hay un ingeniero químico, una nutricionista y una ingeniera en alimentos.

En diálogo con la prensa, el abogado contó que lo importante es el trabajo indirecto que genera el emprendimiento de un producto regional. «Encontramos una solución para los agricultores de Misiones que no podían colocar sus productos y llegamos a una alianza comercial con esa línea aérea», señaló.

Agregó: «Ojalá que se masifique y que otras empresas sigan el paso de la línea aérea. Ya estamos en conversaciones con líneas de colectivos de larga distancia».

Cuando comenzaron experimentar el snack, se percataron que al paso de los días, la yuca (mandioca en guaraní) se volvía dura y con poca palatabilidad. Por lo que decidieron implementar el proceso de liofilización (utilizada por los astronautas de la NASA en el espacio). «Queda como una galletita recién hecha, crocante, conserva el gusto y los nutrientes», dijo.

La mandioca es un arbusto perenne que alcanza hasta los tres metros de altura. Lo comestible es su raíz cilíndrica y oblonga, que se hierve,luego se frie o con la que produce la fécula de mandioca para el clásico chipá de queso. Solo en tierra colorada la superficie plantada con mandioca ronda las 40.000 hectáreas.

Asimismo, tienen frutas (mango, ananá y banana) bajo el mismo proceso de disecado. «Ahora estamos con las últimas pruebas con un snack de palta, que acá (en Misiones) existe una gran cantidad de árboles que lleva a mucho desperdicio», indicó.

Sebeldy, además de ser el mentor del producto, sin ser médico, es director del Hospital Público Samic, en el pueblo Leandro Alem y creador del proyecto social llamado Comida por un dólar. Y en busca de encontrar colaboraciones comerciales para su programa comunitario, (contribuir a erradicacar la pobreza) lanzó Mi Menú, como línea al mercado, que es como se comercializa el producto.

El paquete de 45 gramos se vende a $30. Con 150 calorías por porción, el empresario cree que sus productos no tienen techo. «Nos adaptamos a todas las necesidades del cliente», aclaró.

Para el misionero, Comida por Un Dólar y Mi Menú son dos cuestiones de con una misma raíz que tiene por objetivo elaborar alimentos nutritivos, promocionar los productos regionales sumándole valor agregado. «Vinieron empresarios de Nigeria que querían comprarnos mandioca, pero aun no nos da la capacidad. Este es el punto de partida de muchos otros proyectos», concluyó.

(Fuente: La nación )

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