Desde el aeropuerto correntino señalaron que la tarea diaria se desarrolla como desde el comienzo, sin mayores dificultades. A pesar de algunos contratiempos puntuales propios de la sobrecarga de pasajeros, destacan que el Piragine Niveyro respondió de buena forma.
Se trata de un trabajo de planificación minuciosa hecha por la Dirección Aeroportuaria, que permitió que «funcionen dos aeropuertos en uno» sin mayores complicaciones. Se agregaron boxes de atención y se instaló un nuevo bar y kiosco en la zona de preembarque, con el objetivo de brindar mayores comodidades a los pasajeros.
Incluso el área comercial dentro del Piragine Niveyro ajustó su atención y los horarios con la idea de dar respuesta a la demanda y -de paso- tener una más visibilización, teniendo en cuenta el mayor caudal de turistas que pasan por allí ahora, incluso de destinos con los que Corrientes no tiene conectividad como Córdoba y Salta.
Crecimiento
La operación de los vuelos de Resistencia hizo que el aeropuerto correntino adquiera un crecimiento notorio en estos meses, impulsando aún más un movimiento que viene en franca levantada desde que se reanudaron los vuelos después de la suspensión en la primera etapa de la pandemia.
Según los últimos datos oficiales publicados por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), fueron 28.000 los pasajeros que transitaron por el aeropuerto correntino en marzo, que se mantendría al menos hasta este mes para volver luego a la normalidad. Así, en la actualidad pasan en promedio unas 1.000 personas por día.
