El Banco Central protagonizó en la noche del lunes una serie de acciones rayanas con el papelón, luego de que publicara otra medida perjudicial para los productores de soja, y luego se viera obligado a revertirla -a medias- tras la presión del Ministerio de Economía de la Nación.
La novela comenzó cerca de las 20, cuando la entidad financiera madre dispuso, a través de la Comunicación “A” 7609, que “los agentes económicos que hayan vendido soja en el marco del Programa de Incremento Exportador (PIE), no podrán acceder al mercado de cambios para compras de moneda extranjera, ni tampoco realizar operaciones con títulos y valores con liquidación en moneda extranjera”.
En la práctica, eso significaba que todo aquel que aprovechó el incentivo del tipo de cambio de $ 200 por dólar no podía comprar, por ejemplo, dólar en los mercados MEP o Contado con Liquidación.
La medida del Banco Central generó una inmediata catarata de críticas y llevó a que el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, publicara un tuit afirmando que la decisión no involucraba a productores.
Aunque el Banco Central se supone que es una entidad autónoma y puede tomar sus decisiones independientemente de las políticas del Poder Ejecutivo, hubo evidentemente una intervención para cambiar el contenido de la medida y el BCRA salió ya cerca de la medianoche con otra circular en la que aclaró lo siguiente:
“Nos dirigimos a ustedes (las entidades financieras y operadores de cambio) para comunicarles que las disposiciones dadas a conocer por la Comunicación “A” 7609 no son de aplicación para personas humanas”.
¿Qué significa esto? Que si un productor está anotado de manera unipersonal para vender granos, y comercializó soja bajo el PIE, podrá comprar dólares financieros; pero si está bajo la figura de una empresa (Sociedad Anónima, Sociedad de Responsabilidad Limitada o Sociedad Anónima Simplificada), no.
De allí devino una nueva ola de críticas, ya que los productores en la mayoría de los casos están formalizados como empresas familiares, por lo que definitivamente serían discriminados por esta política del Banco Central.