Acorralado por cepo para exportar 70 operarios perderían su trabajo

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El “Muralla China” está desde hace un año y medio sin poder lograr habilitación para exportar a China. El freno a la exportación de carne los complica mucho.

La nueva pulseada que mantiene el Gobierno nacional con el campo por el precio de la carne, que surgió por el freno a las exportaciones, pone en riesgo planes de emprendimientos locales.

Este es el caso del frigorífico ubicado cerca de San Cayetano, en jurisdicción del municipio de Riachuelo.
Desde hace más de un año y medio la firma viene gestionando la habilitación definitiva para exportar carne a China, un mercado con un alza constante en la demanda de vaca que han cumplido su ciclo reproductivo, un segmento que tiene poca salida a nivel nacional.
El “Muralla China”, tal su nombre, es una inversión de capitales orientales que recuperó un antiguo frigorífico de la zona que quebró y estuvo paralizado por diez años. El proyecto central de la reactivación fue, precisamente, venderle carne a China. Hoy eso está restringido, y aunque todavía no tiene habilitación para exportar, todo queda envuelto en una densa capa de incertidumbre.
Al respecto habló con época el intendente de Riachuelo, Martín Jetter, quien viene brindando apoyo estatal a las gestiones de la firma privada que actualmente da trabajo a unos 70 operarios. Si se los habilita para exportar a China, y se levanta el cepo dispuesto por el Gobierno nacional, podrían sumar hasta 300 puestos laborales para la zona. De ahí lo perjudicial del escenario de incertidumbre.
“El frigorífico ya lleva 18 meses en producción, tiene habilitación para tránsito federal, lo cual le permite comercializar la carne dentro de toda Argentina. El objetivo siempre es y sigue siendo el de la exportación, porque es una planta con una infraestructura muy amplia, con costos de mantenimiento, que en principio en diciembre de 2019 ya había recibido la instrucción para la habilitación del Senasa como frigorífico exportador”, explicó Jetter.
Luego agregó: “Vino el recambio de autoridades nacionales, y en enero el receso anual. Pero cuando estaba programada una visita en marzo del 2020, surgió la pandemia y se profundizó el retraso de las gestiones. Recién 45 días después logramos que se pudiera hacer una preinspección de manera virtual de la planta del Senasa”.

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