A la hora de emprender, ¿alcanza solo con tener pasión?

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/// Antonio Viera – Emprendedor – antonioviera6@gmail.com

Muchos destacan la pasión como factor determinante para emprender. Sin embargo, ¿es suficiente? ¿Cómo transformar ese empuje en acciones concretas que nos conduzcan al camino del éxito?

En nuestro día a día, usamos a menudo el verbo emprender, nos definimos como emprendedores, hablamos de un ecosistema que nos es propio, nos conectamos con gente que está recorriendo nuestro mismo camino y enmarcamos todas nuestras victorias y fracasos bajo el paraguas de esta palabra, que tan de moda se ha puesto. Es prácticamente imposible lanzarse a correr riesgos si uno no cuenta, de antemano, con un sueño que lo inspire

Pocas veces, sin embargo, nos detenemos a pensar de qué hablamos realmente cuando decimos que nos dedicamos a «EMPRENDER», así con mayúsculas. En principio, y de acuerdo con la Real Academia Española, estamos hablando de «acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro». La dificultad – de transitar un camino nuevo y desconocido- y el peligro – de no cumplir con los objetivos planteados- se desprenden de la definición misma. En otras palabras, son una parte intrínseca del maravilloso viaje del emprendedor.

Es importante saber esto antes de empezar, porque es prácticamente imposible lanzarse a correr riesgos si uno no cuenta, de antemano, con un sueño que lo inspire, una inquietud que lo desvele o un problema que quiera resolver más que cualquier otra cosa en el mundo. Es prácticamente imposible lanzarse a emprender si uno no cuenta con una pasión profunda e intensa por lo que quiere hacer porque a veces, y especialmente al principio, será ella la que nos mantenga fuertes y determinados a no bajar los brazos frente a los desafíos que se nos presenten.
Ahora bien, sabemos que es indispensable, pero ¿es la pasión por sí sola una condición suficiente a la hora de emprender? Por mucho que me encantaría decir que sí, no se puede dejar de reconocer que hay, a la vez, otros factores involucrados que son igualmente importantes a la hora de plantearse con seriedad la posibilidad de pasar de la emoción a la acción; de proponerse convertir una idea en un emprendimiento que tenga, a la vez, el potencial para transformarse en una forma de vida que represente aquello que realmente somos y queremos hacer de nuestro día a día.
La pasión es necesaria, pero no suficiente.

En este sentido, según resultados del Global Entrepreneurship Monitor, en la Argentina el 57% de la población adulta cree que tiene capacidades para emprender, y el 28% cree que existen oportunidades en el país para hacerlo. Sin embargo, sólo el 12% de la población adulta (de 18 a 60 años) lo hace. ¿Qué factores explican esta diferencia? Entre ellos, seguro, el miedo al fracaso, que ronda el 30% de la población adulta según el estudio mencionado.

Entonces, ¿qué hacer para emprender? Y lo que resulta más interesante, ¿qué hacer para emprender sin morir en el intento? Si bien abundan en la web decálogos sobre cómo convertirse en un emprendedor exitoso, la verdad es que no existen recetas mágicas: siempre va a haber altibajos en el camino del emprendedor. Se trata de un proceso plagado de incertidumbres, pero hoy contamos con información y herramientas que nos ayudan a bajar esos riesgos. En primer lugar, debemos conformar un equipo formado con perfiles complementarios, con buen capital social (qué saben y a quienes conocen), que entrene sus habilidades blandas como la empatía, el liderazgo, la resiliencia, la comunicación, la negociación. Un equipo con estas características tiene muchas más posibilidades de llevar adelante un proyecto con éxito. Además de contar con nuestro ‘Cuaderno emprendedor’ aquel que se enterará primero de todas nuestras ideas, nuestros planes y proyectos, por aquí es donde volcaremos los mismos y el paso a paso que necesitaremos llevar a cabo para que así se concrete el resultado final. Esta última técnica es de suma importancia, dado que lo que destaca al emprendedor del resto de una comunidad es su pasión, este sentimiento que sin control puede llevar a bloqueos o quiebres en los proyectos, por eso luego de una idea magnifica que pueda pasar por nuestra mente, es esencial volcarlas e ir deliberando si es factible su resultado como tal lo proyectamos.

Deseo que sea de gran utilidad para remarcar nuevos objetivos en este momento del 2020. ¡En hora buena!!!

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