Kinesíologa, amante de su profesión y de la pesca, nos relata como el aislamiento, y la distancia social obran de diferentes maneras en la vida de cada uno y hoy la leeremos desde la mirada de María Laura.
Me cambio la vida a nivel personal y profesional, venia de una rutina acelerada automatizada pero en ese caos que vivía diariamente todo estaba bien, todo tenía un orden y de repente casi como un suspiro todo cambió, todo se paró, como que se congelo tu misma vida, obligados a parar y confinados a un aislamiento estricto al cual no estábamos preparados.
Pase por estadios emocionales altos y bajos con sentimientos de incertidumbre e indefensión ante algo desconocido y de evolución impredecible con emociones normales ante situaciones anormales.
Hoy después de 50 días de consultorio cerrado con un alto grado de stress me pongo la coraza y vuelvo a empezar, porque esa es la sensación HOY, como que te volves a recibir y empezas a trabajar de cero.-
Seguimos con días difíciles porque el impacto económico fue muy fuerte y uno debe reponerse de dos meses de facturación nula, pero con otra actitud y con un semblante distinto, trabajo por hacer mis días diferentes, decidi amigarme con el problema llamado coronavirus y empezar de nuevo.-
Todo cambió seguro que sí, muchas cosas ya no volverán a ser iguales.- Solo hay que volver a reinventarnos y volver a empezar.-
Miles de historias, de sensaciones, de emociones que nos acompañan el día a día, que nos llevan a pensar como seguiremos, como avanzaremos, pero todo concluye en el mismo lugar, en VOS, en personas como María Laura que aprendieron a remarla a pesar de todo, porque BAJAR LOS BRAZOS NO ES UNA OPCION.-
V.G