La comunicación asertiva como habilidad social de relación es una forma de expresión consciente, mediante la cual se manifiestan las ideas, deseos, opiniones, sentimientos o derechos de forma congruente, clara, directa, equilibrada, honesta y respetuosa, sin la intención de herir o perjudicar, y actuando desde una perspectiva de autoconfianza.
Un estilo de comunicación asertiva será útil y funcional para hacer valer nuestros derechos, manejar conflictos, conducir situaciones de negociación con habilidad, establecer y mantener conversaciones con diferentes personas y en diferentes contextos; asimismo favorecerá el proceso de tomar decisiones, solicitar cambios de conducta en otras personas, ser directo con lo que se quiere expresar sin ofender y asumir riesgos calculados.
La asertividad parte de la premisa de que todos tenemos unos derechos asertivos, veamos algunos de ellos:
Derecho a cometer errores y a equivocarnos
– Derecho a aceptar los sentimientos propios o ajenos
– Derecho a tener nuestras propias opiniones, creencias y convencimientos
– Derecho a criticar y protestar por un trato injusto
– Derecho a reprochar el comportamiento de otros
– Derecho a interrumpir y pedir una aclaración
– Derecho a intentar un cambio
– Derecho a pedir ayuda
– Derecho a ignorar a los demás
– Derecho a decir “no”
Relacionarse y comunicar de forma asertiva es conveniente, e incluso es una habilidad necesaria y clave en muchos ámbitos. En el ámbito personal y también en el ámbito laboral, favoreciendo el diálogo, el trabajo en equipo, las negociaciones, las demandas de trabajadores y profesionales, la dirección de recursos humanos, las relaciones laborales, la comunicación con los medios, etc.
La capacidad de vender, de comunicarse con otro ser humano, cliente, empleado, jefe, esposa o hijo, constituye la base del éxito personal. Las habilidades de comunicación como escribir, hablar y negociar son fundamentales para una vida exitosa” Robert Kiyosaki
V.G