Utrasa sostiene el ejemplo cooperativo y lidera el compromiso con el ambiente

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La fábrica de calzados de San Luis del Palmar constituye la fuente de trabajo de 220 familias. Desde 2018 dona toneladas de descartes que se vuelcan en otros 56 emprendimientos. “Somos aún más solidarios en tiempos de crisis”, reflexionó la presidente.

Aunque recién desde 2017 pudo acceder –luego de un traspaso que le hizo la provincia– a la titularidad de los terrenos expropiados a la antigua empresa Gatic, la Unión de Trabajadores Sanluiseños (Utrasa) tiene una vasta trayectoria de crecimiento ligada a la unidad de sus integrantes en el modelo de cooperativa con el cual se desempeña.
En San Luis del Palmar, se constituye con unos 220 socios, es decir que representa la principal fuente laboral genuina del pueblo, ya que aglutina a unas más de 200 familias en torno a la producción que fabrica y comercializa para reconocidas marcas de calzados a “fasón” y a la línea de zapatillas con marca propia que salieron al mercado en 2015.
“No es el mejor momento comercial para la empresa. Sabemos que la industria del calzado está entre las más castigadas. Y en Corrientes, que es una provincia fronteriza, el ingreso de calzados de origen chino desde los países limítrofes convierten en más vulnerable a la actividad. La competencia es fuerte, la demanda va cayendo, pero nosotros seguimos buscando estrategias todos los días para fortalecer y ganar competitividad. Este es el trabajo de todos, no bajamos los brazos”, aseguró Ana María Galarza, presidente de la cooperativa, en diálogo con La República.
2018 fue un año difícil, pero “no nos caímos porque salimos a buscar clientes a otras provincias. Y nos ayudaron acuerdos para vender unos 10.000 pares de calzados al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Además, comenzamos a fabricar zapatos de seguridad para empresas. El 90 por ciento de lo que fabricamos es a fasón, por eso los productos con cuero nos permiten competir. Ahora la demanda se orienta a zapatos y botas, a partir de la reactivación de Vaca Muerta”, detalló Galarza.
Entrenados en sobrellevar dificultades, desde la empresa sanluiseña “no paramos, golpeamos puertas y también buscamos caminos y alternativas”, describió. Entre esas opciones para fortalecerse en competitividad, los cooperativistas detectaron que uno de los requisitos primordiales a la hora de competir por proyectos de financiación internacional se relacionan con las políticas de cuidado del ambiente, algo que puertas adentro ya venían pensando.
Fue en 2018 cuando se terminó de concretar un convenio de cooperación con el Gobierno de la Provincia, que permitió plasmar en acciones concretas esas inquietudes.
“Se trató de un convenio de cooperación recíproca entre Utrasa y el Gobierno, en el marco de la adhesión de Corrientes a la agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, que compromete a la reducción de desechos con reciclado y reutilización de materiales”, detalló.
Así, a partir de esa iniciativa, se busca promover y fortalecer espacios de colaboración, disminuir la cantidad de residuos y el impacto ambiental, y fomentar la reutilización de los materiales para su trasformación en bienes de utilidad como estrategia de fortalecimiento a la actividad emprendedora, entre otros objetivos.
Solamente en los primeros tres meses del programa, ya se estaban beneficiando con la donación de esos materiales a otras 56 organizaciones, que representan a unas 840 familias y un total de más de 4.000 personas beneficiadas.
En ese periodo –de septiembre a diciembre del año pasado– se colectaron y entregaron unos 1.500 kilos de goma espuma, 1.300 kilos de retazos de cuero, más de 500 kilos de restos de tapicería, además de papeles reutilizables, moldes, plantillas y telas de forrar que se descartan en recortes del proceso de fabricación y armado de zapatillas y zapatos.
“Fue después de un momento en que estuvimos fabricando cerca de 2.000 pares de calzados por día. Entonces se acumulaban los retazos en tambores de 200 litros, que todos los días a las 6 de la mañana pasaba a retirar el camión de recolección municipal, sin ningún destino específico. Que otras familias emprendedoras pudieran aprovecharlas nos pareció muchísimo mejor uso”, destacó Galarza.
Desde entonces, entre dos y tres veces por semana, el Gobierno provincial, a través del Ministerio de Desarrollo Social, envía un vehículo utilitario tipo combi hasta la planta en San Luis, que luego viaja cargada de materiales.
“Ellos brindan capacitaciones y talleres para emprendedores. Y ellos los convierten en insumos para fabricar muñecos, todo tipo de almohadones y hasta en piezas de bijouterie. Por ejemplo, con los pedacitos de cuero, fabrican cuentas para hacer collares. Y quedan preciosos”, aseguró.
En la actualidad, desde Utrasa buscan algún destinatario similar que aproveche las latas de 18 litros que originalmente contienen pegamento, y que luego se quedan vacías y se acumulan en los talleres. Otro insumo que podría derivarse sería el cuero picado. “Es un material que se utiliza para los refuerzos de los talones, muy duro, pero que podría ser útil también”, explicó.
Algunos de los emprendedores son de localidades cercanas como Itatí y Riachuelo, y muchos de ellos de distintos barrios de la capital.
“Nos compensa que les sirva a otras familias. Y también nos ayuda a nosotros, porque al tener un programa específico y continuo de reutilización de residuos, cumplimos un requisito fundamental para presentar proyectos de subsidios o financiación a nivel internacional”, destacó Galarza.
“Ya llevamos presentados dos proyectos de cooperación internacional. No hemos tenido resultados todavía. Hay que considerar que se presentan entidades de muchos países. Pero seguiremos intentando. Se relacionan con energías renovables, para reducir el consumo eléctrico, y también con innovación e implementación de tecnología en los procesos de fabricación y la renovación de maquinaria”, apuntó.

Fuente: Dora Alcaje, Diario La República

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