La tradicional edificación data de 1887. La restauración demandará unos diez días de trabajo aproximadamente. Con los años, el paseo perdió varios lugares emblemáticos como el palomar y la pileta de tortugas. Aún perdura la glorieta.
En el marco de un programa de restauración de espacios verdes y lugares emblemáticos de la ciudad, la Municipalidad de la Capital inició ayer la reparación del histórico faro del parque Mitre.
El lugar cuenta con una vista privilegiada del río Paraná y es el escenario ideal de locales y visitantes para fotografías y para pasar una tarde al aire libre, aunque su aspecto se veía deteriorado. Ahora, los trabajos para revalorizarlo le devolverán en breve todo el color esa tradicional postal correntina.
“Iniciamos la reparación de un ícono de la ciudad: el faro del parque Mitre, que data de 1887, y será pintado e iluminado tras varios años sin mantenimiento. Una vez finalizados los trabajos, el faro realzará su belleza a la vera del río Paraná para que siga siendo testigo de mates, pescas, charlas y abrazos”, publicó la Municipalidad ayer, en su cuenta de Facebook.
El parque Mitre forma parte de los lugares históricos, emblemáticos de la ciudad de Corrientes y el faro es un atractivo de vecinos y turistas, por eso la importancia que tiene esta puesta en valor de la estructura”, informo ayer a un medio periodistico el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Comuna, Julio Bartra.
Explicó que se trata de una “restauración en general, que incluye algo de reparación de la estructura, pintura e iluminación” y agregó que las tareas “nos llevarán unos diez días aproximadamente”.
“En 1825, el por entonces gobernador de Corrientes Pedro Ferré dispuso el lugar donde hoy es el parque Mitre como un centro militar. Allí colocó la batería de ofensiva, que denominó San Pedro; años después se llamó Campo de Marte y para la época de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1869), se libró allí una de las batallas más decisivas que permitió el recupero del territorio”, indicó el reconocido historiador Miguel Riera, en un artículo publicado años atrás.
Explicó que en 1888 “existía un proyecto elaborado por el arquitecto Juan Coll, que apuntaba a construir en ese predio un zoológico y además había trazado los lineamientos de un parque urbano. Solo esto último se logró con el paso del tiempo”. En el predio del lugar donde hoy aún se erige el faro, existía años atrás una pileta vacía, pero que décadas atrás en ella había tortugas de agua, quizá un vestigio de aquel parque urbano.
En el extenso predio donde también se encuentra la tradicional Punta Mitre, existía antes un palomar. Hoy, solo perduran el añoso gomero y una glorieta de gran altura, muy original para las de sus estilo en la ciudad y, ahora en proceso de restauración, el viejo faro del parque.